El primer taller del año fue submarino. Sí señor bacalado, porque el Grupo-po lo puede todo.
El Gran Popo hizo gala de sus proezas acuáticas en el Petit Atelier transformado, para la ocasión, en piscina interactiva.
Como pez en el agua, todos los artistas invitados a asistir al espectáculo se volvieron ilustres ilustradores del fondo del mar. Aquí os dejamos con sus inventivas creaciones oceánicas.